La contabilidad de costes te acerca a la excelencia

La contabilidad de costes es una herramienta muy útil para las empresas que permite calcular cuánto cuesta fabricar un producto o prestar un servicio. Con estos datos se facilita la planificación de recursos y, en definitiva, ofrecer una rentabilidad necesaria para una mejor toma de decisiones.

Además, va un paso más allá de la contabilidad general donde la cuenta de explotación se limita a indicar si la empresa tiene beneficios o pérdidas de una forma muy global. La contabilidad de costes es un proceso que cuantifica el desembolso de dinero que se realiza para alcanzar los objetivos.

Por eso, se puede conocer detalladamente los costes de la empresa e identificar si son rentables o no. De esta manera, se puede ajustar el coste más o menos en función de la rentabilidad y productividad. Se busca con este método la eficacia para maximizar los beneficios optimizando los recursos.

Sin un conocimiento detallado de los costes, las empresas navegan sin rumbo existiendo múltiples obstáculos. El análisis ágil y rápido permite visualizar la ruta y perfeccionar las estrategias.

Se trata de una modalidad eficiente que permite conocer la situación actual económica de las empresas, por medio del registro de sus actividades. Asimismo, la contabilidad de costes indica con mayor detalle los procesos que investiga y analiza, a diferencia del plan general contable.

¿CUÁLES SON LAS PRINCIPALES VENTAJAS DE LA CONTABILIDAD DE COSTES?

En primer lugar, permite conocer si las actividades están dando sus frutos. Analizar de forma individual ofrece la posibilidad de recuperar la inversión inicial, aumentar la productividad y una mayor eficiencia en el desarrollo del proyecto.

Es crucial, también, saber si el lanzamiento del proyecto es viable a largo plazo. Apostar por una línea de negocio precisa de un conjunto de costes detallados. En caso de no adaptarse al contexto y necesidades, se tendrá que reajustar los márgenes de los costes.

Facilita el control de los costes de la empresa, aportando información concreta sobre su evolución. Así, ajustar los costes directos e indirectos para incrementar el ahorro o la inversión para maximizar la rentabilidad.

En consecuencia, permite adaptar y establecer una política de precios para los productos y servicios. Si la empresa es conocedora de todos los detalles de sus costes, puede definir a que segmento del mercado dirigirse y cómo llegar al mismo.

Por último, favorece la decisión de compra sobre los activos de la empresa. Conociendo los costes y los beneficios de los mismos, la empresa puede invertir más o menos en ellos. Además, existe la posibilidad de valorar alternativas a sus activos sabiendo la relación directa entre costes y resultado.

¿CÓMO IMPLANTAR LA CONTABILIDAD DE COSTES?

La contabilidad de costes está orientada a los requerimientos de la empresa, adaptándose a las necesidades y realidades de cada negocio. En primer lugar, se deberán organizar los resultados de forma individual. Así, se tiene que reflejar todas las operaciones realizadas y el detalle de cada una.

La información relevante de los costes tiene que estar actualizada constantemente. Este método permite la toma de decisiones por medio del conocimiento real y en cada momento de dicha información. Es imprescindible que, de forma individual, se analice la rentabilidad y el rendimiento en cada proyecto.

Trabajar junto a un software que recabe todos los datos contables de producción de la empresa, permite que se pueda reconocer en qué se puede mejorar y estar al corriente de la operatividad en cada departamento y proyecto.

En base a esta información la pyme o el autónomo podrán saber el valor relativo que aporta cada departamento en su empresa, así como el rendimiento de los principales productos. En ambos casos será necesario poder asignar las facturas de ingresos y costes a esos departamentos o líneas de actividad.

Debemos recordar que la contabilidad de costes no es obligatoria, se trata de un recurso muy interesante para controlar el negocio sin destinar grandes recursos. Al contrario de lo que supone la contabilidad general, sujeta al PGC, existe un amplio margen de maniobra con pautas personalizadas, adaptándose a la realidad de cada negocio.

En definitiva, la contabilidad de costes es una herramienta muy útil que permite a las empresas tener el control de todas sus actividades y maximizar todos sus procesos de forma individual. Conocer el detalle es esencial para evolucionar y tomar decisiones en cada departamento. Conocer el camino, paso a paso, nos lleva a la excelencia. La contabilidad de costes es imprescindible.