Entrevista a Víctor Pérez Castro, Inauguración de las nuevas instalaciones de ADADE Almería

¿Cuál fue el germen del cambio de instalaciones?

Esta es una empresa orgullosamente familiar; recuerdo perfectamente que todo nace en una conversación casual, en mi casa y con mis padres, donde comento el precio de un inmueble concreto y lo bien que nos vendría para unir las oficinas. Mis padres recogen el guante y recuerdan este local de calle Gerona, al que casualmente le acababan de bajar el precio de manera drástica. Lo llevaba una inmobiliaria amiga y, al verlo, nos dijeron que en los mismos números encajaban incluso unos 100 metros más. Entre esa primera conversación en familia y la firma del contrato apenas pasó una semana.

¿Es un sueño hecho realidad?

Desde que incorporamos el departamento laboral, que por espacio no encajaba en nuestra oficina de calle Minero, hemos aspirado a reunir todo el equipo en un mismo espacio. Cuando ese departamento pasó al paseo de Almería en 2016 volvimos a buscar concienzudamente, pero no debía ser el momento. De hecho, ya entonces nos informamos sobre esta nueva oficina, pero no salían las cuentas.

Importante inversión para la empresa…

Muy importante, quien conozca el estado del local antes de la reforma y lo vea ahora podrá hacerse a la idea, pero la satisfacción a la vista de los resultados es total.

¿Cómo afecta de cara a la imagen y el posicionamiento de la Asesoría?

Creo que muy positivamente, seguimos ubicados en el centro de la ciudad, a un paso de todo, y en un espacio que no solo nos reúne, sino que, además, tiene una personalidad con la que nos identificamos y da muestras de lo que somos y queremos ser.

¿Qué acogida ha tenido el cambio entre los empleados?

Pues lo han recibido con emoción y alegría, confiados en que es un cambio positivo que trae ventajas para todos y ellos son, junto a los clientes, los grandes protagonistas. Además, les quiero agradecer la ilusión que han puesto y el hecho de que, como suele decirse, hayan caído de pie en la nueva oficina.

Si hablamos del local, ¿cuáles son sus bondades: superficie, características, distribución del espacio…?

Son unos 750 metros cuadrados, de los que prácticamente 650 están destinados a brindar la mejor atención a nuestros clientes. El resto son archivo, cuarto de instalaciones, etc. En ese espacio abierto al público encontramos despachos individuales, salas de reuniones, una magnífica recepción y sala de espera, una amplia zona de trabajo y un aula a la que trataremos de dar mucha actividad.

Todo ello con una cuidada estética…

La oficina, además, se ha pretendido que sea bonita, un sitio agradable a la vista. A mí me gusta esto especialmente porque soy de los que piensan que la belleza tiene que tener un lugar en el mundo, no puede ser todo funcional. El espacio interior recoge, por ejemplo, una cuidada combinación de colores en las distintas estancias, las puertas cuentan con unas pinturas realizadas expresamente para nosotros… En definitiva, hay un marcado interés estético en el contexto de la oficina.

¿Y qué ventajas tiene la nueva zona, también céntrica, y muy cerca del emblemático parque Nicolás Salmerón?

Los propios clientes nos están mostrando la comodidad que implica estar a pie de calle. Además, es una oficina a la que se puede llegar con el coche a la misma puerta, donde es perfectamente posible aparcar muy cerca y a un paso de espacios con mucho sabor a Almería, como ese parque Nicolás Salmerón, la plaza Circular, la plaza de los Burros, etc.

¿En qué notarán vuestros clientes el cambio?

Van a ganar en comodidad y en servicio gracias a esa reunión de todos nuestros departamentos en un espacio único. Además, en ese deseo de ser parte del equipo de nuestros clientes, espero incluso que se sientan orgullosos de contar con nosotros a la vista de unas instalaciones que son magníficas.

¿Cuál es vuestra implicación en ADADE?

Nosotros nos incorporamos en 2008. En aquel momento yo estaba próximo a finalizar mis estudios universitarios y mi padre pensó que, de cara al relevo en la empresa, sería interesante que yo estuviera acompañado por otros despachos en una red como ADADE, con gran implantación en España, también en otros países, y que cuenta con despachos ampliamente solventes en sus respectivas ubicaciones. Desde entonces hasta ahora han pasado 14 años y yo pertenezco a su junta directiva. Creo que es un proyecto que necesita y que merece un impulso constante, pero con un gran futuro por delante.

¿Cómo ves ese futuro?

El sector se mueve, cambia y cada vez es más exigente; la administración aprieta tanto que casi ahoga. Por ello, los despachos pequeños y medianos necesitamos alianzas que aumenten nuestras capacidades y mejoren nuestras prestaciones para dar un mejor servicio a nuestros clientes. Con las herramientas que nos da ADADE y que nos va a seguir dando en el futuro no me cabe duda de que somos mejores profesionales y esa tendencia no va a ir precisamente a menos; sino que cada vez será más capital.