Bienvenidos a Estonia, el país que ha puesto la tecnología por bandera al servicio de sus ciudadanos

Estonia es una antigua república soviética a orillas del mar Báltico, un pequeño país con un millón y medio de habitantes que es la sociedad digital más avanzada del planeta, y un polo de atracción para la inversión extranjera, los emprendedores y las startups. Improbable pero cierto. En el tranvía de camino al trabajo o en la sala de espera del dentista, sus ciudadanos pueden matar el tiempo en Facebook o hacer la compra semanal, pero también renovar su pasaporte, firmar un documento o crear una empresa.

Hoy el 99% de los trámites oficiales —un total de 1.789— pueden realizarse en cualquier momento: el portal gubernamental está abierto las 24 horas de los siete días de la semana. Solo las operaciones inmobiliarias, casarse o divorciarse exigen su presencia física. Los estonios tan solo necesitan una conexión a Internet para votar, renovar su carnet de conducir, consultar las recetas médicas, presentar reclamaciones por importes menores a 2.000 euros, hacer la declaración de la renta, impugnar una multa de tráfico, cambiar la dirección de su domicilio, registrar una empresa, firmar documentos, ver las notas de sus hijos y comunicarse con los profesores, acceder a su historial médico… Y sus gobernantes predican con el ejemplo: el papel desapareció de las reuniones del Consejo de Ministros en el año 2000 y el primer ministro estampa su firma digital en una pantalla para que las leyes entren en vigor.

Estonia es sin duda el mejor destino para todos aquellos profesionales que además de buscar una óptima fiscalidad, buscan las ventajas de hacer todos sus trámites de forma completamente online o que simplemente por el origen de su actividad, la misma está deslocalizada, es lo que llamamos un “nómada digital”: publicistas, consultores, diseñadores gráficos, consultores, escritores, youtubers, community managers, y un largo etcétera. Como podemos ver, Estonia ha realizado en los últimos años un estupendo trabajo que la ha logrado convertir en un auténtica República Digital, donde todos sus ciudadanos locales o digitales pueden efectuar el 99% de los trámites administrativos sin salir de su casa, una república donde los ingresos han subido gracias al programa de residencia digital y donde los gastos -sobre todo de personal- en la administración pública se han visto reducidos considerablemente.

El éxito del proyecto de digitalización llevado a cabo poco después de su independencia en los años 90 fue tal que Estonia decidió abrirse al exterior y lanzar el programa “e-residency”, mediante el cuál cualquier persona de cualquier nacionalidad puede optar a ser ciudadano digital de la República y por lo tanto efectuar por internet, igual que un ciudadano local, cualquier tipo de trámite con la administración. Esto fundamentalmente para un inversor/empresario/profesional extranjero significa que puedes constituir una empresa europea, de forma rápida, económica y fiable y posteriormente gestionarla sin necesidad de salir del salón de tu casa. A esta enorme comodidad hay que añadirle que Estonia disfruta de un régimen fiscal muy flexible y ventajoso, donde, por ejemplo, los beneficios de tu compañía no tributan si se reinvierten en la empresa o si son menos de una determinada cantidad al año.

A día de hoy el programa e-residency cuenta con más de 60.000 residentes digitales de 165 nacionalidades diferentes que gestionan más de 6000 empresas en Estonia. Un auténtico éxito que reporta una cifra nada despreciable de ingresos anualmente al Gobierno de Estonia, pero también a los bancos y proveedores del país y que en muchos casos genera también puestos de trabajo. Es importante destacar que esta residencia digital no te genera derecho a residir o trabajar por cuenta ajena en el país ni tampoco te permite obtener la nacionalidad.

En Blue Consulting trabajamos directamente, mediante un acuerdo, con el Gobierno de Estonia, lo que nos permite tener información de primera mano sobre las líneas estratégicas que marcan los diferentes departamentos del ejecutivo para ofrecer el mejor servicio posible a nuestros clientes, y por ese mismo motivo la consultoría ha abierto hace tres meses su octava oficina, esta vez en Tallin, justo después de obtener la licencia por parte de la Financial Intelligence Unit de Estonia. Esta oficina se suma a las otras 7 donde Blue Consulting ya presta servicio con normalidad: Barcelona, Madrid, Andorra, Londres, Malta, Gibraltar y Dublín y que da por cumplidos los objetivos de nuevas aperturas del grupo hasta el 2021.

DAVID CASTILLO
Blue Consulting